Shahrisabz

Shahrisabz es la vía verde de la Ruta de la Seda, el sitio que vio nacer al héroe nacional Tamerlán. Él la convirtió, en pleno siglo XIV, en la segunda capital del imperio, y la dotó de construcciones faraónicas.

Hoy es una pequeña ciudad situada al sur de Samarkanda, a la que se llega cruzando las colinas de la provincia de Kasha-Darya. También es conocida como “la ciudad verde”, por la gran cantidad de jardines que se extienden por toda la ciudad. Aunque mantiene el anonimato y asume un perfil bajo en la famosa Ruta de la Seda, durante la época medieval brilló y opacó al resto.

Muchas de las atracciones que forman parte de la excursión a Shahrisabz fueron construidas gracias a Tamerlán, como su propio mausoleo o su palacio. La ciudad, arrasada en el siglo XVI por el emir de Bukhara, Abdullah Khan, está salpicada de edificios que denotan el esplendor pasado. El centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993.

A continuación te mencionamos los mejores lugares turísticos de Shahrisabz.

Qué visitar

El Palacio de Ak-Saray

También conocido como «el Palacio Blanco»; es uno de los monumentos más importantes de la ciudad. Sólo se conservan dos gigantescos muros, de 38 metros de altura, cubiertos de mosaicos de color azul, blanco y oro. La decoración te traslada a una época en la que la ostentación decorativa era sinónimo de grandeza.

El palacio de verano de Tamerlán tiene la misma magnitud que cualquier construcción de la ciudad de Samarkanda. De hecho, las dos partes que se conservan pueden dar una idea del tamaño gigantesco que debió tener el edificio. Tal vez, fue el proyecto más ambicioso de Tamerlán.

La Mezquita de Kok-Gumbaz

Significa cúpula azul. El nieto de Tamerlán, el sabio Ulugbek, mandó a construir la mezquita a comienzos del siglo XV. Justo detrás se encuentra el mausoleo que erigió en 1438, aunque al parecer nunca se utilizó para entierros.

Complejo Dorus-Siadat

Unas pocas calles al este de la Mezquita de Kok-Gumbaz se encuentran unas ruinas pequeñas, las del complejo de mausoleos Dorus-Siadat (“lugar de poder y fuerza”), que Tamerlán construyó en el año 1392 y que pudieron haber hecho sombra incluso al palacio de Ak-Saray. A través de ellas intentó eternizar su poder.

El principal edificio que sobrevive es el Mausoleo  de  Djakhanghir (o Jehangir), el hijo favorito y más pequeño de Tamerlán, fallecido a los veintidós años. El Mausoleo también contiene los restos de su hijo Umar Shekih. El resto de su descendencia yace en el Gur Emir de Samarkanda.

La Mezquita de Khazrati Iman

Este templo data del siglo XIX y su nombre hace referencia a un imam (persona encargada de presidir y dirigir la oración en una mezquita) del siglo XVIII.

Rodeada de frondosos jardines, la encantadora mezquita Khazrati Iman, a pesar de sus más de 500 años, ofrece refugio y consuelo. Entra despacio, con respeto; permite que te envuelvan los cánticos o rezos del interior. De un momento a otro olvidas de dónde vienes o qué estás haciendo.

Los árboles de morera sembrados cerca de la mezquita marcan un camino que lleva al cementerio, ahora en desuso. Visita la tumba subterránea del hijo mayor de Tamerlán. Aunque usada sólo una vez al año, sus magníficos mosaicos azules brillan a la luz del sol.

Como dato histórico, la carretera que une Shahrisabz con Samarkanda fue la principal ruta de los soldados soviéticos en el transporte de material pesado hacia Afganistán. Continúa viaje hacia allí para terminar de armar el rompecabezas de la Ruta de la Seda.

Comparte: